Por fin la primavera ha hecho su entrada en el calendario de manera oficial. Pese a que ha venido con mucha lluvia, viento y frío, poco a poco los días dejarán paso a las buenas temperaturas y un aumento del calor. Con este cambio de estación, la salud de las personas puede resentirse.
El cambio en el clima, el aumento de horas de luz y la naturaleza se traducen en la llegada de diferentes afecciones. Situaciones que afectan al bienestar de las personas en forma de astenia, alergias e incluso resfriados. Desde Farmacia Dalí vamos a explotar algunos de los efectos más comunes que provoca la primavera. Y sobre todo las afecciones mas frecuentes que se manifiestan en estos meses del año.
¿Cómo afecta a nuestro cuerpo la llegada de la primavera?
– Astenia primaveral: ya hemos hablado de ella ya que son cada vez más personas la que la sufren. Se debe a que el organismo necesita unos días o semanas para adaptarse a los cambios producidos por la primavera. Es decir, más horas de luz y mejor tiempo que puede alterar los ritmos circadianos provocando cansancio, dolores, alteración del sueño, falta de apetito o decaimiento del estado de ánimo.
– Alergia primaveral: son un claro problema que se presenta cuando cambiamos de estación. Afecta a muchas personas por el aumento de polen en el aire que desemboca en reacciones alérgicas. Los síntomas pueden ir desde estornudos a picazón en los ojos, congestión nasal y dificultad para respirar. Unas alergias fuertes te impiden realizar tus tareas diarias con normalidad e incluso requieren tratamiento médico.
– Afecciones cutáneas: la primavera trae cambios en la humedad y la temperatura, algo que puede desencadenar en afecciones cutáneas. Hay que prestar mucha atención a los cuidados de la piel buscando asesoramiento profesional. Existen problemas muy comunes en este aspecto como dermatitis atópica, urticaria y fotosensibilidad. No olvides nunca el fotoprotector sobre todo si vas a realizar actividades al aire libre.
– Resfriados: aunque los resfriados suelen ser más comunes durante el invierno, durante la primavera también son habituales. La razón es que es una época de transición a las temperaturas altas del verano. Por eso, los cambios bruscos de temperatura y la exposición a virus respiratorios hacen que los resfriados estén a la orden del día. Para evitar, sigue un estilo de vida saludable para fortalecer el sistema inmunitario.