Hemos visto como el verano es una época del año en la que disfrutar al aire libre. A lo largo de las semanas hablamos de los diferentes protectores solares para cada zona del cuerpo, para los adultos y los niños, para manos y pies. Pero hay que saber cuidar la piel en verano en general. Porque debes tener en cuenta los efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV) sobre nuestra piel.
Una exposición demasiado prolongada y sin protección a los rayos UV tiene sus consecuencias. Puede provocar quemaduras, envejecimiento prematuro, manchas, arrugas y cáncer de piel. obviamente el primer paso es el uso de la protección solar, nuestro gran aliado para proteger la piel en verano. Se recomienda aplicarlo media hora antes de exponerte al sol o cada vez que vayas a salir de cada. Usa un factor de protección alto que proteja tanto de los rayos UVA como de los UVB.
No olvides también, reaplicar tu protector solar cada dos horas. En ese tiempo pierde parte del efecto, a lo que contribuyen el baño, secarte con la toalla o la sudoración. Si quieres unos consejos para proteger tu piel en verano, en Farmacia Dalí tenemos lo que buscas. Unas ideas para que este verano puedas disfrutarlo sin complicaciones causadas por el sol.
Claves para cuidar la piel en verano de forma eficaz
– Exposición solar: la protección solar es básica, pero también liminar esa exposición a lo largo del día. Sobre todo, en las horas centrales del día que van desde las 12.00 de la mañana a las 17.00 de la tarde. Lo recomendable son 10-15 minutos al día, no hace falta más y aun menos cuando la intensidad del sol es tan grande.
– Zonas sensibles: obviamente hay áreas del cuerpo que son más sensibles que otras a la exposición solar. Se trata de la cara, el escote, los hombros y las manos. Extrema la precaución en estas zonas ya que tienden a quemarse con facilidad. Para cuidarlas también puedes usar otros protectores físicos como gorras, sombreros, gafas de sol o camisetas.
– Mayor hidratación: lo hemos dicho y repetido una y otra vez, y no nos cansamos de hacerlo. La hidratación es fundamental en verano. Para ello, bebe al menos 2 litros de agua al día u otros líquidos. Peso hará que evites la deshidratación para mantener la piel más elástica y luminosa. Y después de la exposición solar, no olvides tu after sun.
– Medicamentos fotosensibles: para quien no lo sepas, este tipo de medicamentos provocan una reacción anormal en la piel con los rayos del sol. Aparecerán lesiones en las zonas expuestas como irritaciones, granitos o manchas. Si tomas estos medicamentos, ten en cuenta su cuidado.
– Niños y embarazadas: son dos de los sectores de la población con mayor riesgo frente a la exposición solar. Los menos de un año, no deben tomar el sol. Los más mayores tendrán que hacerlo con gorras, sombreros y una protección infantil adecuada. Para las mujeres embarazadas, las exposiciones deben acompañarse con fotoprotectores de alto factor solar (SPF 50+) y permanecer en la sombra la mayor parte del tiempo.