Empleo de los repelentes de mosquitos

Durante el verano, los insectos se pueden convertir en un autentica pesadilla. No solo cuando estamos dentro de casa, sino cuando vamos fuera. Es normal que hagamos planes al aire libre y visitemos lugares como el campo, el río, la playa o la montaña. Para todos y cada uno de ellos, tendrás que acompañarte de repelentes de mosquitos que prevendrán sus molestas picaduras.

¿Sabes lo que tienes que hacer para asegurar la seguridad y prevención de estas picaduras? Los repelentes de mosquitos no son mágicos y tienen que usarlos de una manera correcta, por eso desde Farmacia Dalí te lo vamos a explicar con detalles.

Seguridad aumentada para tus repelentes de mosquitos

Lo primero es que hay algunas medidas que debes tomar para prevenir que nos piquen todo tipo de insectos en verano. Intenta evitar áreas donde haya mosquitos en grandes concentraciones de agua estancada. Coloca mosquiteras tanto en puertas como ventanas, con ellos lograras tener tu hogar libre de insectos. Haz lo mismo con la cuna y el cochecito del bebé gracias a redecillas protectoras.

Aunque es más complicado en esta época del año, tendrías que llevar zapatos cerrados. Nos encantan las chanclas y las sandalias en verano, pero favorecen las picaduras en los pies. Lo mismo ocurre con los sombreros, la ropa clara y la elección de cubrir tu piel tanto en brazos como en piernas. Algo un poco más difícil de realizar debido al calor extremo de estos meses.

Para garantizar la seguridad de los repelentes de insectos lee con atención la etiqueta y respete las indicaciones para garantizar el uso adecuado. No lo apliques cerca de los ojos y la boca y utilízalo de forma moderada alrededor de las orejas. Tampoco debes usarlo nunca en cortaduras, heridas o la piel irritada, así como en áreas cerradas. Evita inhalar el producto en aerosol y lo emplees cerca de alimentos.

No uses ningún repelente de mosquitos en mascotas ni otros animales, a menos que en la etiqueta se indique claramente que es para animales. Ellos tienen sus productos propios que podrás adquirir y consultar con el veterinario. Guarda el producto en un lugar seguro, lejos del alcance de los niños, en un botiquín de primeros auxilios o bajo llave.