Las altas temperaturas de este verano están siendo protagonistas de todas las noticias. El termómetro no deja de subir y las olas de calor cada vez son más constantes y más largas. El golpe de calor suele convertirse en algo habitual ya que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura y se sobrecalienta. Muy normal en esta época del año superando los 40º en muchas zonas.
El golpe de calor se produce como consecuencia de una exposición prolongada a altas temperaturas. También si estamos realizando un esfuerzo físico en las horas que más calor hace. Aunque los principales grupos con mayor riesgo son los niños, lactantes, personas mayores, embarazadas y enfermos crónicos, lo cierto es que ya se ha extendido a casi todas las personas.
Los síntomas más comunes del golpe de calor son: calambres musculares, dolor de cabeza, mareos, falta de concentración, dolor de estómago, náuseas, vómitos, somnolencia, fiebre o convulsiones. Desde Farmacia Dalí queremos ayudarte a preservar la salud este verano. Entre las olas de calor y los golpes de calor, necesitas unas pautas para evitarlos.
Pautas para evitar un golpe de calor
Son muchas las pequeñas pautas que debes llevar a cabo para prevenir un golpe de calor. Como evitar la exposición prolongada al calor intenso, especialmente en las horas centrales del día desde las 11.00 a las 17.00 horas. Si estás en la playa o la piscina, refréscate por fuera y por dentro habitualmente. Lleva una correcta hidratación dando pequeños sorbos de agua a lo largo del día, aunque no tengas sed.
Usa ropa ligera y holgada que no se pegue a la piel y preferiblemente de color claro. Así permitirán la transpiración. Lleva sombrero, gorra o visera para proteger tu cabello del calor; y gafas de sol para tus ojos. No olvides el protector solar tanto para tu cara como para tu cuerpo y reapliarlo tantas veces como sean necesarias.
Permanece en lugares ventilados o con aire acondicionado para prevenir el golpe de calor. Evita las comidas demasiado copiosas y las bebidas azucaradas o alcohólicas. Si quieres hacer ejercicio, puedes hacerlo, pero siempre de manera controlada. Olvídate de los ambientes calurosos o salir a la calle en las horas centrales del día. Escoge otro momento o hazlo en el gimnasio.