Ahora que ya volvemos a la normalidad tras las intensas vacaciones de verano, recuperar la rutina de sueño puede ser complicado. Durante los días libres de descanso solemos cambiar nuestros horarios, dormir más tarde, hacer siestas largas o simplemente relajarnos sin pensar en el reloj.

Aunque esto es normal y necesario, volver a la rutina diaria requiere que retomemos hábitos saludables de descanso lo antes posible. Dormir bien es fundamental para rendir durante el día, mantener la concentración, el estado de ánimo y la salud general. Desde Farmacia Dalí te contamos todo lo que necesitas saber para recuperar tu rutina de sueño.

Pautas para recuperar tu rutina de sueño después de vacaciones

Uno de los primeros pasos para reajustar tu reloj biológico es adelantar tu hora de ir a dormir. En lugar de acostarte a la misma hora que antes, hazlo de forma progresiva: 15 o 30 minutos antes cada noche. De igual manera, levántate cada día a la misma hora, incluso los fines de semana.

Durante el día, intenta exponerte a la luz natural. Ayuda a regular los ritmos circadianos y a que tu organismo se “despierte” correctamente. Si trabajas en interiores, abre las ventanas o sal a dar un paseo al sol. Por la noche, reduce la exposición a las pantallas, luces fuertes o cualquier estímulo que active tu mente antes de dormir.

Por mucho que nos gusten, las siestas también deben regularse. Si te acostumbraste a dormir durante el día en vacaciones, intenta reducir su duración o evitarlas por unos días. Si las necesitas, procura que no duren más de 20-30 minutos y que no sean después de las 5 de la tarde, para no interferir con el sueño nocturno.

La alimentación también juega un papel importante en tu rutina de sueño. Evita las cenas pesadas, grasas o muy condimentadas. Opta por comidas ligeras y al menos dos o tres horas antes de irte a la cama. Limita el consumo de cafeína, azúcar y alcohol en la segunda mitad del día, ya que estos pueden alterar la calidad del sueño.

El ejercicio regular también es un gran aliado para dormir mejor. Es importante evitar el entrenamiento intenso por la noche ya que puede activar demasiado el sistema nervioso. Lo ideal es hacer actividad física por la mañana o a media tarde, para que el cuerpo tenga tiempo de relajarse antes de dormir.