La fobia es una aversión exagerada a alguien o a algo. También es un temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión. Estas son las definiciones que se recogen en la Real Academia Española. Por tanto, se puede decir que una fobia es un miedo anormal a un objeto, animal, actividad o situación. Es un desorden de la ansiedad que puede provocan un ataque de pánico.
Existen tres categorías de fobias: agorafobia que es el temor a encontrarse en situaciones donde no se puede escapar o pedir ayuda como, por ejemplo, los ascensores; fobia social que es el temor a ser visto o juzgado mientras se realiza una actividad social; fobias específicas a determinados objetos o situaciones como el miedo a las alturas, a la sangre o a lo animales, entre otras.
Precisamente, existe una fobia específica que se ha acentuado e incluso aumentado los casos desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Hablamos de la hafefobia o el miedo a ser tocado. Es un trastorno que consiste en un miedo irrefrenable tanto a tocar a otras personas como a que nos toquen. En Farmacia Dalí os contamos por qué a aumentado esta fobia y en qué consiste.
Aumento de la hafefobia con la pandemia
Antes de nada, aclarar que la mayoría de las fobias se inician en la infancia, adolescencia o en una edad adulta temprana. Pueden ocurrir por vivir una situación estresante, un acontecimiento traumático o imitar a un familiar que tiene esa fobia. Por tanto, hay gente que ya sufría hafefobia antes de la pandemia. En cambio, otros han desarrollado esta fobia a raíz del coronavirus.
Hoy en día nos resultan raros los besos, abrazos e incluso darnos la mano. Esto era lo habitual antes de la pandemia. Sin embargo, tras casi un año sin tocar a nadie y siempre tratando de cumplir con la distancia social, puede llevar a obsesionarnos todavía más. De hecho, cada vez más personas están preocupadas por evitar el contacto, algunas incluso hasta el extremo por el miedo al contagio.
Más allá del contacto con otras personas, la hafefobia también afecta a tocar los objetos como botones de los ascensores, barandillas, agarradores… A esto hay que sumar otras fobias que han aumentado durante la pandemia como la agorafobia -el miedo a estar en espacios con mucha gente- o el síndrome de la cabaña -el miedo a salir de casa-.
El miedo al contagio por la pandemia actual es algo racional. Bastará con cumplir las normas y estar en alerta para prevenir los contagios. El problema viene cuando el miedo racional se convierte en irracional. La ansiedad hará que se actúe de una forma exagerada frente a la realidad.
¿Qué impacto puede tener en un futuro?
Poco a poco nos vamos acostumbrando a distanciarnos y a no tocarnos. Lo estamos interiorizando. Aunque esta situación no va a durar para siempre, es posible que tenga un gran impacto emocional. Eso sí, la gran mayoría de casos de hafefobia acabarán desapareciendo junto a la pandemia, cuando recuperemos la normalidad ya que el ser humano necesita contacto físico.