¿Preparados para un nuevo cambio de hora veraniego? La madrugada del domingo 3 de marzo se volverá a cambiar la hora para dar paso al horario de verano. Los relojes se adelantarán una hora y a las 2.00 de la madrugada serán las 3.00. Ese pequeño avance de una hora, supone un impacto muy significativo en el descanso y las rutinas de sueño de las personas.
Cada vez que ajustamos la hora nuestro ritmo circadiano puede verse temporalmente desequilibrado. Esa regulación en los patrones de sueño y vigilia puede desajustarse con dificultades para conciliar el sueño, despertares, somnolencia y sensación de cansancio. Algo que suele incrementarse sobre todo en niños, personas mayores y aquellas con trastornos de sueño previos.
Adelantar el reloj puede dificultar unos días nuestro ritmo. Esa alteración en la cantidad de luz natural que percibimos durante el día, influye en nuestro estado de alerta y energía. Para minimizar las consecuencias del cambio de hora veraniego, desde Farmacia Dalí te damos unas pautas para hacerlo poco a poco y notar menos sus efectos.
Recomendaciones para el cambio de hora veraniego
– Cenas y cama: durante los días previos, deberías cenar y acostarte un poco antes. Es una manera para ir adaptándote al nuevo horario, adelantando 15 minutos cada día la cena y el horario de dormir. Siempre que puedas, mantén las mismas horas de sueños para todos los miembros del hogar que son 8 horas diarias.
– Evitar las siestas: una siesta corta de unos 20-30 minutos puede hacernos recuperar parte de la energía. Durante los días siguientes al cambio de hora, pueden provocar todo lo contrario. Si lo hacemos, provocarán más problemas para conciliar el sueño en nuestra hora habitual.
– Nada de excitantes: en estos días, intenta evitar todo tipo de bebidas que sean excitantes. El té y el café son dos grandes enemigos en este aspecto. Quizás puedes tomarlos por la mañana, pero nunca 5-6 horas antes de irnos a la cama.
– Actividad física: el deporte es bueno para la salud en cualquier momento del día. Sin embargo, en la medida de los posible deberías evitar la actividad física demasiado tarde. Al menos los primeros días hazlo un poco antes o incluso por la mañana. Porque si es a última hora tendrás dificultades para dormir.
– Buena ambientación: tener una buena atmosfera a la hora de dormir es clave. Para ello, asegúrate que la habitación tiene una temperatura correcta, está tranquila, oscura y sin distracciones. Evita el uso de ordenadores, tablets y móviles en la cama. Al menos una hora o dos antes de acostarte porque pueden activarte.