¿Mantienes una buena hidratación? Nuestro cuerpo necesita agua para poder sobrevivir, pero también para su correcto funcionamiento. Por tanto, el agua es fundamental para poder vivir. De hecho, es el principal componente de nuestro organismo. Normalmente, se recomienda beber entre un litro y medio y dos litros de agua al día. A pesar de ello, las necesidades dependerán de cada persona en función de su edad, de la actividad física que realiza, de la época del año o de si tiene algún problema de salud, entre otros factores.

El agua lo podemos obtener por dos vías. La principal es a través de la ingesta de líquido, es decir, mediante el agua, zumos naturales, lácteos, refrescos… La segunda vía es mediante la alimentación, principalmente a través de la fruta y las verduras. A estas vías podemos añadir una tercera, a través del metabolismo de macronutrientes, aunque aporta menos cantidad de agua.

Desde Farmacia Dalí te recomendamos beber agua a lo largo del día. Nuestro consejo es que siempre tengas a mano una botella de agua para que vayas dando pequeños sorbos. Es una forma más sencilla y más cómoda para mantenerse hidratado. Recuerda no esperar a beber cuando se tiene sed. Debemos anticiparnos a esa sensación para evitar correr el riesgo de deshidratarnos, sobre todo ahora en verano donde hay más riesgo debido a las altas temperaturas. La hidratación es fundamental para gozar de una buena salud.

Hidratación y los efectos de la deshidratación en el organismo

La deshidratación se produce cuando existe una pérdida excesiva de agua en el organismo (a través del sudor, de la orina, de la respiración). Este estado afectará a todos los órganos y sistemas del cuerpo. Los efectos dependerán de la cantidad de pérdida de agua. Evidentemente a mayor pérdida, mayor gravedad. Algunos efectos son:

  • Sed, boca seca, debilidad, pérdida de apetito y mayor trabajo cardiaco.
  • Menor rendimiento físico, problemas para concentrarse, retención de orina, dolor de cabeza y reducción del volumen sanguíneo.
  • Aumento de la temperatura corporal y ritmo respiratorio, somnolencia, irritabilidad y orina con un color más oscuro.
  • Mareos, espasmos musculares, delirios, respiración forzada, agotamiento o alteración de la función renal.
  • Cuando la pérdida de agua es muy alta, puede provocar la muerte por hipovolemia y fallo renal.

Como ves, mantenerse hidratado es fundamental para nuestra vida. Recuerda beber al menos un litro y media al día. Bebe agua antes, durante y después de realizar actividad física, sobre todo en ambientes calurosos. Si te cuesta beber agua, opta por infusiones, tés, refrescos, caldos… para asegurarte una adecuada hidratación. Además, lleva una dieta variedad rica en frutas y verduras frescas.