El verano puede ser una época maravillosa para disfrutar del aire libre, las vacaciones y el descanso. Pero el calor intenso puede suponer una amenaza para la salud. Las olas de calor se han vuelto cada vez más frecuentes y prolongadas. Afectan a la población general como, especialmente a grupos vulnerables como los niños, personas mayores o con enfermedades crónicas.
Durante los próximos meses de verano es fundamental saber cómo protegerse del calor intenso. Es la mejor solución para prevenir riesgos como la deshidratación, los golpes de calor o el agotamiento térmico. Desde Farmacia Dalí te damos unas precauciones interesantes, ¡apunta!
Maneras perfectas para cuidarse del calor intenso del verano
Una de las recomendaciones más importantes es mantener una hidratación constante. Beber agua a lo largo del día, incluso si no tienes sed. Es clave para regular la temperatura corporal y evitar la pérdida excesiva de líquidos por el sudor. Evita bebidas alcohólicas, azucaradas o con cafeína que acelerar la deshidratación.
La ropa que usamos juega un papel importante para resistir el calor. Opta por prendas ligeras, sueltas, de colores claros y hechas de tejidos naturales como el algodón o el lino. Estos materiales permiten que la piel respire y ayudan a mantener el cuerpo más fresco.
Durante las horas de mayor calor se recomienda limitar la exposición al sol y evitar actividades físicas intensas. Entre las 12:00 y las 17:00 horas, es mejor permanecer en espacios cerrados, frescos y ventilados. Alivia el calor es refrescando el cuerpo con agua. Date duchas templadas, mójate con trapos fríos en la frente, cuello o muñecas, o incluso sumerge los pies en agua.
En casa se pueden tomar medidas sencillas para combatir el calor intenso. Mantener las persianas bajadas durante las horas más calurosas, usar ventiladores o climatización de forma eficiente. Evita el uso de electrodomésticos que generen calor como el horno o la plancha durante el día pueden marcar la diferencia.
Es recomendable adaptar la alimentación a esta época del año. Escoge comidas ligeras, frescas y de fácil digestión como ensaladas, gazpachos, frutas, batidos y verduras al vapor. Son opciones ideales para evitar una sensación de pesadez y mantener el organismo equilibrado.
Adoptar hábitos adecuados no solo mejora nuestro bienestar durante el verano, sino que también puede prevenir problemas graves de salud. Por eso, tampoco debemos olvidar prestar atención a las personas más vulnerables como niños, personas mayores o con enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Cuidarse a uno mismo y a quienes nos rodean es clave para disfrutar de esta temporada veraniega.