¿Todavía no te has comprado tu fotoprotección para verano? El fotoprotector es un cosmético que debemos utilizar los 365 días del año. La diferencia entre un solar para invierno y otro para verano lo encontramos en el grado de protección. Durante los meses fríos podremos usar un SPF 15 o SPF 30. Sin embargo, cuando las temperaturas comienzan a subir y el sol va ganado fuerza, será primordial comprar protectores solares con una muy alta protección, es decir, un SPF 50 o SPF 50+.
Cada vez estamos más concienciados del uso del fotoprotector. Es cierto que todavía hay gente que sigue haciendo un uso inadecuado de este cosmético. Puede ser porque no se lo aplica bien o porque se olvida de utilizarlo cuando sale a la calle.
El problema es que, cuando nos exponemos al sol sin la protección correcta, acabaremos con la piel irritada, enrojecida o quemada. A largo plazo sufriremos el fotoenvejecimiento, es decir, la aparición de arrugas y manchas causadas por el sol. Y lo que es peor, podremos sufrir cáncer de piel. Por eso es tan importante el uso del fotoprotector durante todo el año.
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Fotoprotección: cómo aplicarla y cómo elegirla
El primer error que se comete es usar el fotoprotector solo cuando nos exponemos al sol directamente, es decir, cuando tomamos el sol en la piscina y en la playa. Además de aplicarnos el solar en estos casos, deberás usarlo antes de salir de casa ya sea para ir al trabajo, para dar un paseo, para hacer deporte incluso si vas a tomar algo en una terraza.
Otro dato a tener en cuenta es aplicarse el protector solar incluso los días nublados. ¡No te olvides! Mucha gente se confía en estos días y acaba quemada. Recuerda que los rayos solares están ocultos bajo las nubles, por lo que pueden quemarnos si no nos aplicamos la crema solar.
Y a la hora de aplicarlo, no te olvides de ninguna zona que vaya a estar expuesta. No te olvides de las orejas, la nuca, el cuello, los labios incluso del empeine. Son zonas que normalmente nos olvidamos lo que significa que acabarán quemadas. Además, debemos aplicarnos el fotoprotector cada dos horas o después del baño.
Por último, a la hora de comprar tu solar, debes tener presente que este cosmético te tiene que proteger tanto de los rayos UVA como de los rayos UVB. Asimismo, ten en cuenta tu tipo de piel (muy clarita, sensible, hipersensible, atópica…). De esta forma elegirás el solar más adecuado a tu tipo de piel evitando no solo quemarte, sino también irritaciones y reacciones alérgicas.
Importante: evita las largas exposiciones solares y no tomes el sol entre las 12 y las 16 horas ya que son las más intensas, cuando el sol tiene más fuerza.