Artrosis cervical

¿Desgaste o degeneración del cartílago de las cervicales? ¿Sufres artrosis cervical o cervicoartrosis? Es muy común en hombres y mujeres mayores de 50 años. Provoca dolor en el cuello, así como en los hombros y en los brazos.  La evolución de este tipo de artrosis suele ser lenta y su causa puede ser o bien hereditaria o bien ambiental. Centrándolos en los factores ambientales, las malas posturas, un traumatismo previo, malformaciones, una infección o un pinzamiento, entre otros, pueden ser algunas de las causas que provoquen la artrosis cervical.

Uno de los síntomas más frecuentes es el dolor de cuello al moverlo. A esto tenemos que sumar episodios de rigidez temporal (mejora con el movimiento), aparición del dolor que desaparece a los pocos días o dolor de cuello crónico de intensidad leve o moderada.  Hay casos donde la artrosis cervical es asintomática. Solo se sabrá que se tiene tras su hallazgo de forma accidental, es decir, tras realizarse una radiografía en la zona cervical. Es importante recordar que no todo dolor de cuello está relacionado a la artrosis cervical.

Ante esta situación, muchos se preguntan qué se puede hacer, cómo se pueden aliviar o reducir los síntomas. Desde Farmacia Dalí te recordamos que existen diferentes tratamientos que pueden mejorar tu calidad de vida. Estos pueden ir desde la prescripción de analgésicos y antiinflamatorios hasta sesiones de fisioterapia y la mejora de la higiene postural.

Higiene postural para prevenir la artrosis cervical

Más allá de los antiinflamatorios, analgésicos o relajantes musculares, las sesiones de fisioterapia pueden mejorar los síntomas. Te ayudarán a corregir la postura, alinear la columna y a fortalecer el cuello. A esto tendrás que sumar:

  • Postura nocturna. Ten cuidado a la postura que tienes cuando duermes. Nuestro consejo es que uses una almohada baja y cómoda. La cabeza y el cuello deben estar alineados con el cuerpo. También debes procurar mantener la cabeza centrada sobre la columna vertical y los hombros en línea recta con las caderas durante el día. Así evitarás tener una mala postura.
  • Trabajo frente al ordenador. El monitor debe estar a la altura de los ojos. Asimismo, deberás levantarte, caminar y realizar estiramientos del cuelo y de los hombros con cierta frecuencia si pasas muchas horas delante del ordenador.
  • ¡Cuidado con el móvil! Cuando tenemos las manos ocupadas, sostenemos el teléfono entre la oreja y el hombro. Esto es muy habitual, pero dañino para la salud de nuestras cervicales. Por tanto, o usas auriculares o el altavoz.
  • Peso. Es importante no coger peso ni llevar bolsos pesados al hombro ya que esto hará que tus hombros no vayan en línea recta. Llevarás uno más alto que otro.
  • Fortalecer la musculatura del cuello. Cuando tengas un ratito libre, realiza movimientos de cuello lentos y de amplitud máxima. La intensidad del ejercicio se puede ir aumentando poco a poco.
  • Aplicar calor local. Usa una manta eléctrica o un saquito de legumbres, entre otras opciones, y póntelo en el cuello. El calor reducirá el dolor y notarás alivio.