La piel es el órgano más grande del cuerpo y muy sensible a condiciones ambientales adversas. Cuando llegan determinadas estaciones hay que preocuparse un poco más de ella adaptando nuestras rutinas de higiene para garantizar su salud. Algo diferente si sufres dermatitis atópica, una afección crónica que se caracteriza por sequedad, picazón e inflamación de la piel.

La dermatitis atópica puede ser desencadenada por diversos factores como la genética y predisposición hereditaria. También factores ambientes como la contaminación, el clima y los alérgenos. Y por supuesto, el estilo de vida como el estrés, la alimentación y los hábitos de cuidado de la piel también son influyentes.

La dermatitis atópica no hace distinción y la pueden sufrir tanto niños como personas adultas. El clima frío y seco puede desencadenar brotes, y los hábitos de higiene inadecuados pueden agravar la situación. De ahí que desde el blog de Farmacia Dalí queramos darte unas pautas para prevenir sus brotes. ¡Apunta!

Claves para evitar que sufras brotes de dermatitis atópica

– Hidratación: uno de los aspectos más importantes es la hidratación. La piel atópica es más seca y necesitas cremas hidratantes especiales. Puedes usar cremas emolientes que contengan ingredientes como la glicerina o ácido hialurónico. Aplícalas después del baño para sellar la humedad y tantas veces como sea necesario.

– Ducha: apuesta por duchas cortas y con agua templada. Huye del agua caliente ya que puede resecar la piel. Respecto al gel, que sea especifico para piel atópica al contener ingredientes que la limpian con suavidad a la vez que la hidratan. No frotes la toalla con la piel intenta secarte dando pequeños toques.

– Vestimenta: cuando hace frío y tienes dermatitis atópica, el objetivo es no sudar ya que empeorarán los síntomas. Vístete por capas para proteger del frío, pero poder quitarte ropa en los interiores. Evita las prendas sintéticas y las lanas que provocan reacciones alérgicas.

– Calefacción: en esta época del año con tanto frío, es normal que tengamos la calefacción puesta para calentar el hogar. Lo cual no es bueno para tu piel ya que reseca el ambiente. Debes encontrar el equilibrio para evitar este ambiente seco y otros muy húmedos.