En verano solo tenemos en mente dos cosas. La primera, disfrutar al máximo del buen tiempo bañándonos en la piscina y tomando algo o cenando en las terrazas. La segunda, que lleguen las vacaciones para irse a la playa a tomar el sol y bañarse en el mar. Sin duda, el plan que triunfa en la época estivar es tumbarse al sol para desconectar, descansar y coger este tono bronceado tan favorecedor.
Recuerda realizar una exposición solar responsable para evitar los efectos nocivos de la radiación solar. Eso significa que antes de salir de casa deberás aplicarte el fotoprotector. Además, evita tomar el sol a las horas centrales del día ya que es cuando el sol tiene más potencia y, por tanto, es más dañino. Por último, se aconseja no estás más de 15 minutos al día expuestos directamente al sol. Con estos consejos, lograrás un bronceado saludable sin dañar la piel.
Como todo en la vida, hay personas que en seguida se ponen morenos mientras que otros, debido a su tono de piel, no cogen prácticamente color. Es el caso de las pieles claras y muy claras. Sea como sea, lo fundamental es tomar el sol con responsabilidad. Dicho esto, evidentemente, a medida que volvemos a la rutina y al trabajo, así como cuando el verano se acabe, el bronceado se irá perdiendo. La buena noticia es que existen una serie de pautas que podemos poner en marcha para conseguir alargar unas semanas más el bronceado. Toma nota de los consejos que te damos en Farmacia Dalí.
Tips para alargar tu bronceado veraniego
En unas semanas, todo volverá a la rutina. No solo hay que preparar la vuelta al colegio, sino también el regreso a la oficina. Esto significa que tendremos menos tiempo para ir a la piscina y para tomar el sol. Para conseguir que el bronceado se alargue unas semanas más, te recomendamos:
- Cuidar la alimentación. Lleva una dieta sana, equilibrada y variada. Aumenta el consumo de frutas y verduras como zanahorias, espinacas, tomates, manzanas o pimientos, entre otros, ya que serán tus grandes aliados para mantener el bronceado por más tiempo.
- Hidratación. Fundamental beber al menos un litro y medio de agua al día. Así mantendrás tu piel hidratada evitando la sequedad y la descamación –el peor enemigo del bronceado-.
- Exfoliación e hidratación corporal. Se recomienda exfoliar una vez a la semana la piel para eliminar la suciedad y las células muertas. Con este tratamiento, se conseguirá activar el proceso de regeneración celular. Además, la piel quedará lisa. Junto a la exfoliación, será esencial aplicarse una hidratante a diario. El mejor momento es tras la ducha, sobre la piel limpia y seca. Lucirás un bronceado más bonito y uniforme.
- Autobronceadores. Olvídate de los autobronceadores que dejaban la piel anaranjada. Las cremas autobronceadoras han mejorado y mucho. Se recomienda exfoliar la piel y, después, aplicar estas cremas una vez a la semana. Así conseguirás los mejores resultados.
- Autobronceadores orales. Al igual que existen los fotoprotectores orales, también podemos encontrar autobronceadores en cápsulas para tomarlos por vía oral. Están formulados con ingredientes que contribuyen a lucir un bronceado progresivo, uniforme y luminoso sin sol.
- Tomar el sol. Exponerse 15 minutos al día al sol. Nunca a las horas más intensas.
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